sábado, 10 de abril de 2010

Estrépito



Ráfagas ondeantes rompen el cielo
hiriendo la mollera hundida
que se nutre tendida
en pliego de seda
que cubre el hilo
delgado de vida
a tiempo latente
sin despedida
sin salida
va.


Se oyen sonar las campanas
con su “ding-dong” sutil
oscilando obras magnas
de manos de un vil
traicionero amor
omnisciente encantador
rebosante anulador
sin color
sin calor
matador
es.


Haciendo un llamado inaudito
vibran sus sonidos al infinito
subyugando inconsciente
el espíritu viviente
que al sol naciente
se desprende
transparente
distante
rebosante de
vida que
da.

No hay comentarios:

Publicar un comentario