domingo, 18 de abril de 2010

Dedicado a la Crisis


Se lo dejo a la crisis
responsable de mi padecer
que arrasó el futuro en vía crucis
y ahora todo se puede perder.
Los peces gordos comidos de sardinas
proletarias rastreras del océano,
sus barrigas como montañas andinas
las condenan a un mal anciano.
Esta crisis que quita el pan de vida
la esperanza que nace del amén,
es ahora la que a su venida
su marea hace trizas en su vaivén.
Hagamos algo por nuestra supervivencia;
¿Será la unión la que nos de la fuerza?
Ya ni las voces alzadas, ni la violencia
ponen un alto a esta social impureza.
Ni los fusiles, ni bayonetas
rompen el hambre del oprimido
que de esta crisis de marionetas
tiene al mundo más confundido.
A aferrarnos todos los que vivimos
de una justicia que a veces tarda;
no hay que confiarnos en los cinismos
que hacen que el sol en la frente arda.
Oremos a Dios, quizá eso nos dé la calma…

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