jueves, 8 de abril de 2010

Calzada--> Suspiro Pacifica



Prendo mis halógenos de madrugada.
Conduzco en un litoral armonioso
con la brisa de un mar saturado y esplendoroso
con una mochila casi vacía pero siempre cargada.

Te sigo en tu camino a casa
olfateando tus promesas al horizonte
dónde se despide la primera estrella en el norte
lejos de tu mirada; mas no escasa.

Piso suelos ajenos.
Dejo mi huella en ellos
con suelas de cauchos
imprimiendo en la tierra mis anhelos.

Deslizo mi mirada en los alambres
de los pastizales que culminan alegres
en los montes verduscos
que rígidos saludan al sol ansiosos.

El pavimento oscuro y ardiente
prolonga en mi camino al frente
con chispas de añoranzas de encontrarte
y de un golpe de mí llenarte.

Siento el correr del tiempo soplando
con vientos fuertes mi cabello ondulado
que ondea el deseo de tenerte
en mi lecho-- arrullarte...

Siento que llego al destino esperado;
sin embargo hiere la tristeza.
Atada te encuentro y escurridiza
ante mi mirada que se esconde en lo profundo...

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