sábado, 22 de mayo de 2010

Vivero de Esperanza


Comienzan a bañarse de rocío
las huertas de mis campiñas
que una vez fueron un acre vacío
y ahora nacen dulces viñas.

La tierra es el manantial de la vida
donde brotan palpitares
de oprimidos sedientos sin medida
que esfuman sueños, pesares...

Del árido surco brotan sonrisas
injertadas como días
de sol que en inviernos son ambrosías
del sabor a profecías.

Centellada una plegaria recito;
relampaguea en los ojos
y da un manjar suculento y exquisito
del maná al pobre en despojos.

Comienzan a bañarse de rocío
y de esperanzas cargadas
de alegrías que fluyen despacio
terminando a carcajadas.

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