lunes, 31 de mayo de 2010

Una Barricada y Un Novenario


Una gota corre sobre la barricada;
sangre joven nacida de la batalla
hace surcos en adoquinado suicida
que es el homicida donde la vida se enmalla.

Del mapa hecho de un disparo
perforando el punto preciso al entrar;
se escurre el suspiro de una patria sin amparo
que aún siendo pequeña, es difícil derrocar.

Las consignas que agitaban las almas
ya se escuchan por diminutos auriculares
en oídos tendidos como redes sobre palmas
que agitadas se mecen en viento de despertares.

El humo de la pólvora del M-16
alborotado asfixia al inocente
que huye como en trazo de Moisés
a una tierra prometida inexistente.

Borroso se ve el bosquejo de insurrección
que antes delineaba un futuro,
la realidad se apodera de lo que antes era obligación
-- vencer o morir-- y ser parte de un humano muro.

No de balde se vacían las plazas antes llenas
no por nada vale mas ser neutro que reaccionario
ya los valles se rebalsan de cruces en forma de colmenas
donde la miel de vida se recuerda con un novenario.

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