jueves, 13 de mayo de 2010

En la Cúpula de la Vida


A veces se vive en la cúpula
de un universo boca arriba
lleno del polvo alborotado que simula
el semblante de un olvido que del sol se deriva.

A veces verter un mar en las venas
no es suficiente para calmar la sed de vida
para dejar caer de la sima de las ruinas
del entendimiento el suplemento que va de huída.

A veces caminar por la tangente de la perdición
hacen rodar las rocas del olvido
que recopilan granos de nostalgia en erupción
que brotan al fin del túnel de lo vivido.

A veces es desperdicio tocar fondo;
rasgar con el corazón el laberinto
que pierde el fundamento de lo iracundo
que es a veces la paz en suelos de hambriento.

A veces es mejor rastrear la felicidad de lejos
mientras, buscándola del Olimpo caigan rayos;
dejemos una epístola a medio terminar frente a espejos
que reflejen la virtud humana –la que se alza en collados...

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