sábado, 22 de mayo de 2010

Un Llamado


No con un timbre de voz,
bajo como hondonada
se derriba una barricada
frente al futuro partido por hoz.

Los ríos de leche de los hambrientos
hacen grietas en las entrañas
que son como telarañas
tendidas en aposentos.

Los vientos de cambio mugrientos
emponzoñan las lonas limpias
que del tiempo ya son impías
curtiendo fibras viles ungüentos.

Retoñan voces en los desiertos
donde en sus suelas faltan fronteras
arden de ganas y de mil maneras
fundiendo penas, glorias e inciertos.

Goza un presente fundido a un eco
que repercuta a los cuatro vientos
que empapan suelos de paz sedientos
y en libertad a la represión hacen hueco.

Vocifero llamado de audible decibel
en toda lengua es plasmado
clamor soberano que es virgen labrado
hasta en lo alto de la Torre de Babel.

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