domingo, 17 de octubre de 2010

Un Altar Para el Amor de Un Poeta


Se dobla rodilla ante tu presencia
siendo tú el altar de mis amores
donde mis ojos se fijan en complacencia
elevando una plegaria entre rumores.

Convicto soy de idolatrarte
cuan diosa en Olimpo que es tu cuerpo
por donde busco con un beso enamorarte
vistiendo la túnica de un verso.

Un poeta, --¿Qué tienes entre sus manos?
¿Será que con sus letras, él quisiera enamorarme?

De las letras fluyen voces,
porque habitan en el alma
melodías que entre roces
van en busca de su calma.

Icono invaluable de vasta sed lasciva
prolija tinta invade tu página virtuosa
con verbo descobijo tu belleza masiva
plasmando de mi pecho una rosa jubilosa.

Me pierdo en tus entrañas
atando cabos sueltos;
dando luz a tus mañanas,
arando mis besos envueltos.

Bajo la fronda de tu pelo de noche
Tornasol de mis pensares
Cegado por tus montes sin reproche
voy palpando entre tus mares.

¡Pobre poeta! Dirán los envidiosos;
los que creen que la plata mata a la letra
mas no saben que somos dichosos
al dejar marca que para siempre penetra.

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