Entre mayo y junio,
es cuando nacen más las sonrisas,
y con la magia de su rostro mañanero,
con lo fresco del sereno,
sucumbo ante su regia figura.
Prendido de su tibio pecho,
disperso todos mis pensamientos,
vertido en pasión me entrego,
en lo tierno de su piel…
Porque es
entre mayo y junio,
cuando brotan más las flores,
en los campos lloviznados,
y en lo desnudo de su presencia.
Y es atado a su hermosura,
deambulando por su estampa,
que dejo huella imborrable,
que se pierde en la distancia.
Siendo dueño indiscutible,
del pensamiento y su deseo,
se llena mi ser entero,
de lo fuerte de su amor…
Porque es entre mayo y junio,
cuando brillan más las estrellas,
entre primaveras e inviernos,
entre ese beso más intenso,
que a diario de mí se apodera.
JCM © 2018